El entrenamiento de caballos se ha convertido en una terapia muy eficaz tanto en el contexto laboral como en el educativo, en particular para mejorar la comunicación y la retroalimentación, así como para identificar problemas y áreas de mejora en el trabajo desde un punto de vista emocional.
La efectividad del programa de entrenamiento de caballos se basa en dos puntos principales.
Profundo conocimiento de la psicología de los caballos.
Una comprensión de las peculiaridades de la percepción de este mundo animal, especialmente sus cualidades naturales de liderazgo.
Una profunda comprensión del animal bajo la guía de un profesional experimentado nos permite interpretar hasta las más pequeñas señales del lenguaje corporal y entender lo que transmite, lo que nos ayudará a entendernos mejor a nosotros mismos y a los demás en casa, en la escuela y en el trabajo.
El caballo es un maestro del liderazgo: tiene un carácter social y requiere una clara jerarquía que le dé un control absoluto sobre su entorno, y se hace cargo del liderazgo o lo pasa a alguien en quien puede confiar absolutamente. Por esta razón, cuando tratamos con caballos, aumentamos nuestra capacidad de confiar en nosotros mismos y en los demás.
El entrenamiento de caballos se organiza mediante ejercicios especiales que ayudan a desarrollar valores y habilidades en varias áreas, incluyendo
Liderazgo natural.
Trabajo en equipo.
Boletín de noticias.
La capacidad de confiar en los demás.
Concienciación de sí mismo.
La capacidad de manejar el estrés.
Presencia.
Sentirse compasivo.
Consistencia.
La autenticidad.
Confianza.
A través de actividades con caballos que requieren atención, confianza en sí mismos y atención en esta terapia, los participantes aprenden a desarrollar una estrecha conexión con el caballo, lo que les ayuda a ser más creativos a la hora de enfrentarse a nuevas situaciones, tanto individualmente como con su equipo, y a desarrollar la capacidad de escuchar, sentir empatía y negociar.
